miércoles, 23 de julio de 2008

Los vascos te dan la mano "con dos cojones"

Ando últimamente algo "ciberperdido" a causa de mis obligaciones contractuales, que de forma no explícita me exigen a veces una muy alta dedicación. Me lo tomo como que "va en el sueldo".

El caso es que estamos desarrollando un proyecto (en realidad son tres proyectos diferentes) para una entidad financiera vasca. Básicamente se trata de definir su estrategia de posicionamiento como entidad financiera (con impacto en toda la compañía y a (casi)todos los niveles) y un plan de eficiencia en su inversión en diferentes áreas de marketing. La tercera línea de proyecto me la guardo por discreción.

Por exigencias del guión estoy viajando (sí, por avión) mucho a Bilbao y aunque ya he trabajado con compañías vascas anteriormente, no dejan de sorprenderme como empresarios y como sociedad.

Obviando las injusticias de las generalidades, para mi son unos extraordinarios empresarios, algo rudos, muy tenaces y con una paradoja curiosa: su ámbito de actuación es "el mundo" aunque tienen un tremendo sesgo endogámico (que no chovinista, ¡¡ojo!!).

Algunos detalles ilustrativos...

- Vamos a un restaurante, alguien pide una coca-cola y le sirven un botellín de 33cl. Nunca lo había visto. Con un par
- En el mismo restaruante, ¡¡tienen un servicio de gafas!!. Vamos, que si para leer la carta necesitas gafas y se te han olvidado, ellos te las proporcionan. Parece que es algo relativamente habitual por allí.
- Deciden que hay que dar formación a ciertos empleados y los mandan 1o días a la mejor universidad norteamericana. Sin cortarse.
- Piensan que necesitan "orientación estratégica" y contratan, por supuesto, a la mejor (y más cara) consultora de dirección.
- Desarrollan un plan estratégico para Euskadi y está sistemáticamente en el discurso de todos y cada uno de los implicados. Sin fisuras. Quien quiera comprobarlo que se lea los discursos de Urkullu, Ibarretxe, Pedro Luis Uriarte (presidente de Innobasque), etc...
- Y por suspuesto, si te van a saludar o despedir y te dan la mano, el apretón es de rotura de cartílagos. Incluidas ellas.

Son ambiciosos, saben lo que quieren y para conseguirlo buscan lo mejor.

Me encanta trabajar con ellos...

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