lunes, 25 de julio de 2011

Bola extra

Cuando Madrid entró, no fue de visita.

El primer rato se hizo incómodo, pasó el tiempo y se convirtió en irrespirable, luego apaciguó su carácter pero su personalidad terminó en una decisión: I leave Madrid behind!. Ahí te quedas.

Ahora un nuevo giro y nos espera con sonrisa burlona, cejas encurvadas y cara de no haber roto un plato.

Es un resumen de casi 12 años de más codos que abrazos.

Ya nos vamos conociendo, en algún caso mucho. De momento no demasiado. Nos respetamos, aunque quizás no nos admiramos. Hemos aprendido a jugar al póquer y es difícil que nos sorprendamos.

Nos espera con el tapete sobre la mesa y haciendo saltar las fichas de una mano a otra. Pero yo creo que se dónde le duele.

Ya lo dice esa canción de ese rockero ochentero... "que la vida te de... una bola extra... y buena mano tengas para jugar"

miércoles, 20 de julio de 2011

Cómo me fastidia

Hay una cosa que soporto mal; no poder disfrutar de momentos que lo merecen.

Algo no va bien cuando eso pasa. Si la vorágine del día a día no te deja espacio temporal ni mental para saborear esos pequeños acontecimientos que dan color y sentido a tu existencia, me inquieta.

Hemos trabajado en equipo, nos han exigido, hemos explorado lugares donde no nos sentíamos cómodos, se nos han llenado las botas de barro, hemos sentido frío y soledad, hemos sudado y por fin ha llegado el momento de sentirnos orgullosos de ver dónde hemos llegado, hasta nos han aplaudido.

Pero todavía aturdidos por lo conseguido y a punto de tener un respiro para mirarnos a los ojos con complicidad, nos hemos tenido que subir al siguiente tren.

Confirmado: julio es un pésimo mes para casi todo ;-)

martes, 5 de julio de 2011

2 meses y un día

Jimena no hace ruido. Se limita a estar, con cara amable y mirada tranquila.

Sin un gran gusto por los focos, sonríe con naturalidad si se lo pides.

A veces su hermana le demuestra demasiado cariño y ella aguanta la embestida con la mirada cándida de quien parece comprender que no es momento para enfadarse.

Y es esa actitud serena la que le hace ganarse simpatías duraderas.

Hoy cumple dos meses y un día, que es una medida de castigo que ella convierte en bendición.

Con niñas así, ¿quién no querría más?