Unos y otros

Qué asco dió ayer la actitud de Camps en las cortes valencianas. Su irónica sonrisa mirando a sus compañeros con la complicidad del que se siente sobrado de poder es inmoral.

Yo soy un humilde muchacho de pueblo que de estas cosas no entiende, pero ver la que se está gestando en el PP valenciano y no sentir que nadie asume la mínima responsabildiad me parece repugnante, encima veo sonrisas encorbatadas y párpados caídos, con un aire altivo que apesta.

Así pasa, que el "run-run" de la calle, ahora más que nunca es de "tiro al político" y es que es ahora, cuando el aire a favor ya no tapa las vergüenzas, cuando se les levanta la falda a estos impresentables.

En todo caso, la culpa es nuestra; el español delega demasiado en sus políticos, por dejación. No somos capaces de articular herramientas (principalmente de participación ciudadana) que ejerzan un mínimo control.

Sí, señor Bassat

Que el personaje (sí, personaje) era engreído ya lo sabíamos, basta con leer algunos de sus libritos y ver como se golpea el pecho al mejor estilo orangután en celo.

Pero ver su capacidad de endiosamiento televisivo me ha resultado ruborizante, me ha dado vergüenza ajena.

Esa megalómana recepción atendida por una muy mona y servil secretaria que atiende a las llamadas de su vigorizante jefazo con un "sí señor", "enseguida, señor". Ese despacho acristalado, de dimensión taurina donde, por supuesto él es el que más grande la tiene (la silla), el último en llegar y el que da y quita méritos según su bíblica potestad. Esa dogmática forma de dirigirse a "sus colaboradores", con la medida justa de frialdad que una persona como él debe demostrar para que le teman de verdad.

Todo eso resulta presuntuoso y pelín repugnante. Ese toque de lujo artificial, ese aire inaccesible del que ya ha vuelto de todas las batallas, del vencedor, del sabelotodo, de la pergunta altiva, del que manda a reflexionar porque él ya lo tiene muy claro...

¿Aprendiz?, sí, de lo que no hay que hacer. Supongo.

¿A por otra "generación perdida"?

Las etiquetas son injustas pero ilustrativas, así que para ayudar a la comprensión de sus estudios y análisis los sociólogos las usan con cierta gracia.

La gracia se cuela por el sumidero cuando de lo que hablamos es de "generaciones perdidas" como corre el riesgo de renombrarse alguna de las nuevas generaciones que van emergiendo en "estos días inciertos en los que vivir es un arte", como dice el cantante.

La primera generación perdida es... la que a mi me toca, más conocida como Generación "X". A caballo entre la generación "baby-boom" de la posguerra mundial y la "generación Y" de los jóvenes nacidos entre el 80 y principios de los 90. En el medio, nosotros. Sin guerras ni grandes depresiones, somos hijos de la última etapa de la revolución industrial, de la tv en color, de la clase media y la producción en masa que tan bien explicó su "papá" Henry Ford: "nuestros clientes pueden elegir libremente cualquier color de nuestro modelo "T", siempre que sea el negro". Hijos del sueño americano, del buen trabajo y del estado de bienestar, de la sociedad de clases en definitiva ahora nos tenemos que adaptar al "nuevo paradigma" que ha supuesto la socialización de la tecnología sin haber nacido con ello. Los "baby-boomers" son los ricos de ahora, la generación "Y" los que tienen el futuro en sus manos y nosotros... pues una posible "generación perdida". Eso dicen. Yo no estoy tan seguro,

En todo caso, el problema es que estemos creando una nueva generación perdida: la de los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo, segmento donde el desempleo y la "mileurización" atizan con más ahínco. El frenazo económico les deja con pocas opciones, la baja competitividad española con menos y la "comoditización" de nuestros servicios casi sin ninguna. Unos años más así y se encontrarán creciendo en edad pero sin crecimiento profesional, avocados a trabajos de escaso valor y atrapados por el magma de la sociedad "low cost". Sin oportunidades, en definitiva.

No tengo la fórmula, pero imagino que un plan a largo plazo de focalización en industrias de alto valor donde seamos competitivos, el incentivo real a la iniciativa privada, la formación y un espíritu más flexible pueden ser buenas palancas para tocar. Desde luego, imposible pensar en ellas con este contexto político de partidismo integrista y de oportunismo burócrata.

Qué coñazo de Cristiano Ronaldo

Representa casi todo lo que no me gusta del fútbol., esto es; la moda de quita y pon, la pose, la queja, el gesto a la galería, la parte más fea del consumismo, la belleza industrial, el paseillo del autobús al estadio, el coche caro, el pendiente brillante, la vida bajo palio y focos, el flash de la cámara, el sexismo, el músculo de postín, el adonis, el grito de la adolescente, el éxito de cartón-piedra, la gorra ladeada, la portada de todo a 100...

Es el Ronnie McDonald del fútbol, la quintaesencia de la mentira intencionada, del muñeco roto, de la risa vacía y del usar y tirar.

Esto no es una moralina, pero entre todos están consiguiendo que deje de disfrutar de mi partidito, de la rivalidad, del golito a última hora... Estoy aburrido hasta hastiarme de este tío, del puto Florentino Pérez, del empalagoso Laporta, de su puñetero Ibrahimovic, de la "vendetta" de Etoo y de la madre que parió a todos estos.

Qué coñazo de circo, son peores que "la" Belén Esteban, cómo aburren, qué poco interesantes, qué previsibles, qué poca imaginación. Los payasos no me hacen reir, los enanos no me divierten, los funambulistas no me encogen el corazón.

Que paren de venderme siempre lo mismo, no lo quiero, que se lo metan por donde les quepa.

Yo estaba feliz con mi cantera, mi Masía, con la rotación, con la aportación al grupo de la estrellita de turno, con Pep, con su ideario, su fútbol alegre, su sentido de club, su compromiso con un fútbol sin más pretensiones... Pero Cristiano y compañía van a acabar por ganarme la partida.

¿Ahora?, más cocina, más deporte...

Oí ayer decir a alguien que, a causa de la crisis, había "descubierto" su cocina. Y que además la estaba disfrutando mucho ya que cocinar para su familia le resultaba muy entretenido. Antes resolvía con salida a cenar en algún restaurante, ahora la crisis ha dado cerrojazo a ese estilo de vida.

A su lado, una mujer apostillaba que al final, gracias a "la crisis", estábamos recuperando hábitos, y por ende valores, que nos sentaban muy bien, como el estar más con la familia, volvernos menos materialistas, etc...

Hoy me decía un directivo que ante la crisis su receta era más tranquilidad y más deporte. Quizás antes gastaba sus energías en hacer sudokus de incremento patrimonial, no se. Su nuevas opción parece más saludable.

Parece que en la teoría pendular de nuestra actitud frente a la realidad, hemos bajado ya del extremo pesimista para empezar a situarnos en una posición más tibia y estamos con la vieja fórmula que combina necesidad para convertirla en virtud. Hemos interiorizado la situación y actuamos como actuamos siempre, adaptándonos, a ser posible ayudándonos entre todos y si se puede, sonriendo un poco.

"The crisis of today is the joke of tomorrow" (la crisis de hoy es la risa de mañana) decía el sabio.

La primera celebración

Martina se vistió de blanco bautismal y siguiendo su línea habitual, respondió con plácido sueño al revuelo de fotos, agua, gente y ruido. Lloriqueamos más otros que ella, que repartió sueño y sonrisas en la misma medida.

Partiré contando que esto del bautizo ha sido toda una experiencia para mi, muy positiva en todos los aspectos. He disfrutado mucho y he visto a los demás disfrutar, así que eso ya lo vale todo.

Sin entrar en temas de fe, diré que escuchando al cura en la charla anterior al bautizo y durante la misma celebración, los valores que preconiza y el enfoque que da me parecen muy válidos, interesantes y referentes.

Además, la celebración en sí cuenta con el valor familiar que cada uno le quiera y le pueda dar, en mi caso, observar a tanta gente celebrando y compartiendo nuestra alegría me resulta conmovedor.

Y más allá de eso está el esfuerzo e ilusión que muchos han puesto en este bautizo, implicándose y sorteando alguna que otra dificultad para poder estar y ofrecer lo mejor de si mismos, demostrando que de verdad se alegran y comparten esa alegría.

Llegados aquí, haré una sóla mención particular, por merecida y por importante para mi. Y es que me siento muy orgulloso de los padrinos de Martina, desde que ha nacido no han parado de brillarles los ojos, su entusiasmo es arrebatador y que hayan aceptado "el encargo" de padrinos ha sido una enorme alegría para Raquel y para mi. Así que muchas gracias a María y David, vuestra felicidad es también la nuestra, Martina tiene mucha suerte con vosotros.

Berlusconi tiene mucha coña

Le preguntaba hoy un periodista en una rueda de prensa sobre las sospechas de uso de drogas y prostitutas en sus fiestas y responde con un... "te da envidia, ¿no?".

Berlusconi se pone el mundo por gomina, a golpe de peine e implante. Curioso estos fenómenos de liderazgo político que de vez en cuando surgen, que nadie se explica pero que deben responder a una realidad social que duerme bajo las alfombras de palacio.

Tono machista (el gobierno español es demasiado rosa vino a decir), formas déspotas, deslenguado, con aspecto de latin-lover babosete, de vicios caros y caras ocultas, manipulador y estereotipo de triunfador de rayos UVA.

Su sonrisa nuclear parece esconder una calculadora de victorias en la cama y... bueno, ahí sigue.

Ni conozco Italia, ni su política, ni su historia ni su problemática, en todo caso un país de ese calibre (aunque algo desmejorado ultimamente) con esa marca internacional que todo "ensombra"... no me parece muy buen plan.

Digo yo...

Tu gran hito es el granito que necesitamos

España ennegrecida; los peores tópicos saltan como conejos cada vez que nos planteamos el diagnóstico de lo que pasa aquí. Volvemos a los conceptos de país de picaresca, de sálvese quien pueda, de corruptela, de clase política "egipciforme", de grandes empresarios ladrones y abusones, de subvención y barriga peluda asomando por la camisa de manga corta y hombros caídos. La del bigote "tricórnico", sí.

Nuestro origen marca nuestro carácter, más tendente a la cagada en el convento que a la superación comunitaria.

Pero bien es cierto que España ha superado con nota fases críticas de su historia y eso consta en el haber pero de forma borrosa.

Hace un par de días asistía a una conversación entre jóvenes hablando de España y decía uno que la clave de la salida de la crisis es el compromiso de todos, pensaba que la lucha por mejorar en nuestro trabajo o estudio de forma individual contribuía como una "mano oculta" a la mejora común.

Vamos, que el reto individual (nuestro "gran hito") es la mejor aportación al país (nuestro "granito").

Me parece una buena perspectiva, quizás no la única y verdadera, pero sí útil y práctica. Sigue un poco el manido estilo "Obama", pero parece una actitud sincera y honesta.

Me quedo como estaba

Hoy Zapatitos ha hablado en el congreso para explicar su plan anticrisis.

Parte diciendo que de la crisis ya estamos saliendo. Bien. Suena a nueva fumada de crack duro.

Luego dice que va a subir los impuestos, pero ni cuáles ni cuanto. Bien. Fija un techo de 15.000 millones de euros. Bien, ¿y?.

Añade que aún así, la presión fiscal española queda por debajo de la media europea. Por ahí ya no paso. Señor burócrata, el problema no es tanto de presión fiscal (a saber cómo la calcula usted) como de gestión eficiente de esta misma. Déjese de coñas baratas y no insulte a nuestro escaso sentido común.

También explica que depurará el gasto público. Bien. Pues vale. No confío en que se haga con sentido de estado, de mejora de productividad, de fomento de iniciativa empresarial ni nada de todo eso que suena razonable.

Yo no confío nada en usted y no le pago para eso.

El pisito español

Leo y por algún lado me cuentan que "el mercado inmobiliario se está volviendo a mover".

Y según lo leo y lo escucho, me entra un ligero escalofrío por la espalda.

Quizás que el euribor esté por los suelos supone menos presión vendedora ya que al apurado propietario ahora la soga le aprieta menos en forma de letra mensual.

Así, además, al avezado comprador se le sube ese ánimo irracional de todo proceso de compra al pensar en su futura condena hipotecaria, que parece más laxa.

A mi, en este sentido en particular y en nuestra economía en general me acojona nuestra posición de cola de ratón (sí, cola de ratón) ya que cuando, como parece, Alemania, Francia, etc... "despeguen" y nosotros no, podrá pasar que empiece a haber presión inflacionista y claro, esto se arregla a golpe de subida de tipos. Ellos lo podrán aguantar, nosotros no. ¿Qué tal volver a un Euribor del 5% y que tu hipoteca vuelva a subir 300 euros al mes?. El problema no es sólo de tipos, ¿nos imaginamos las materias primas, como el petróleo, otra vez en máximos en la situación española actual?. La demanda subirá, pero comparativamente nosotros seremos muuuucho más pobres.

Por no hablar de que la corrección de precios inmobiliarios, que a todas luces es insufiente, con los bancos llenando de mierda la parte baja de su alfombra. En algún momento tendrán que abrir esa caja de pandora. Están vendiendo, pero no se si lo suficiente.

¿Me compro un piso con este panorama?. No lo se, creo que esa decisión tiene un componente financiero y otro vital, pero por el que al primero se refiere, sigue sin parecer el mejor momento, quizás buscando con tiempo y sin prisas negociadoras se pueda encontar algo razonable, no lo se.

Eres lo que comes

Dicen los que entienden que es más peligroso comer mal que fumar. Otros que también entienden de estas cosas dan fórmulas diferentes.

Lo que parece innegable es que la alimentación es base para mantener una calidad de vida saludable

Tanto es así, que proponen Ferrá Adriá y un tal Valentín Fuster (cardiólogo) que se imparta una asignatura de alimentación en las escuelas. ¡¡Me parece bien!!. Pero se me ocurre alguna salvedad importante:

- ¿Pueden asistir los "estrés-papás" a las clases?. Sin su inestimable contribución no hacemos nada. No vaya a ser que la educación culinaria falle desde el hogar, "dulce" e hipercalórico hogar.
- Supongo que a parte de la teoría (aburrida y susceptible de olvido inmediato, medible en nanosegundos) habrá práctica, ¿no?; ¿dónde?, ¿instalarán cocinas, despensas, etc... en las aulas?, ¿el profe de mates debe aprender a cortar zanahorias en juliana?. Ya se que no son clases de cocina, pero sin saborear las mieles de la buena alimentación estaríamos sembrando en campo quemado
- Para los más listos de la clase, ¿habrá una beca de tiempo para que papá y mamá dispongan de él y no tengan que acudir a la socorrida sección de congelados?. Al menos que cuenten con el tiempo de explicar al niño que el tomate frito con dibujitos de la tele es mucho peor que el que puede hacer papá en casa. Esa convicción lleva sudor, tiempo y alguna lágrima. Justo lo que no tenemos.

Dignísima iniciativa, aunque quizás algo quijotesca, los molinos son demasiado grandes.