Qué asco dió ayer la actitud de Camps en las cortes valencianas. Su irónica sonrisa mirando a sus compañeros con la complicidad del que se siente sobrado de poder es inmoral.
Yo soy un humilde muchacho de pueblo que de estas cosas no entiende, pero ver la que se está gestando en el PP valenciano y no sentir que nadie asume la mínima responsabildiad me parece repugnante, encima veo sonrisas encorbatadas y párpados caídos, con un aire altivo que apesta.
Así pasa, que el "run-run" de la calle, ahora más que nunca es de "tiro al político" y es que es ahora, cuando el aire a favor ya no tapa las vergüenzas, cuando se les levanta la falda a estos impresentables.
En todo caso, la culpa es nuestra; el español delega demasiado en sus políticos, por dejación. No somos capaces de articular herramientas (principalmente de participación ciudadana) que ejerzan un mínimo control.
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