jueves, 1 de octubre de 2009

Espíritu olímpico

Como la mayoría de mis mañanas, me he levantado y con mi "olímpico" afán de superación, pisoteando la más calamitosa de las perezas he ido al gimnasio para creerme yo que vale para algo.

Cuarenta minutos de cateto ridículo y vuelta a casa para ducharme e ir a trabajar.

En eso que enciendo la radio y ¡¡cómo no!!, están dándole vueltas a la candidatura de Madrid como sede olímpica. Y claro, a pocas horas de la elección de la sede, lo que corretea por aquí y por allí es todo menos espíritu olímpico, ¡mal empezamos!.

Me hace gracia ver cómo para convencer a los miembros del comité que elige la ciudad de turno, todo vale menos lo buena que sea tu candidatura. Que si lobby por aquí, que si presión diplomática por allá, que si reuniones en un Marriot por el otro lado, que si el rey, Obama, Lula, ...

Total, que si para organizar unos juegos olímpicos, con los valores que se supone que eso conlleva, la clave no es "el juego limpio y que gane el mejor", si no, a ver quién tiene más poder de influencia, ¡¡no me fastidies!!, vaya plan de olimpiadas.

A lo mejor, para elegir quién ha hecho mejor ejercicio de trampolín el criterio es el mismo, ¿porqué no?.

Puestos a ese juego vil, oscuro y sucio, se me ocurren mejores maneras de convencer al jurado, ¿no?

Vaya panda que somos.

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