martes, 11 de agosto de 2009

Red social, muro familiar

¿Por qué antes de desayunar preferimos leer nuestro correo electrónico o consultar nuestra cuenta de Facebook?. Internet ha cambiado muchos patrones de comportamiento y ahora las redes sociales son el último giro de esta tendencia.

Seguramente consultamos mucho nuestro correo o nuestra cuenta en la red social de turno por un fenómeno psicológico que tiene que ver con "el beneficio discontinuo" que nos da entrar una y otra vez en estas páginas. Es decir, no conocemos de ante mano lo que nos vamos a encontrar y esto genera una "adicción" que nos obliga a consultarla una y otra vez. ¿Habré recibido un nuevo correo?, ¿algún amigo habrá subido alguna foto nueva de sus vacaciones?. ¿me habrán contestado al mensaje que ayer envié?. Son dinámicas muy variables, de fácil acceso y con mucha actualización, lo que genera una continua curiosidad y nos lleva a incorporar esos hábitos a nuestra rutina diaria. Cuando me tomo un café se lo que me va a pasar, cuando entro en Facebook, no. Me genera más curiosidad esto último y lo antepongo al desayuno.

Más allá de las "contraindicaciones" de estas aplicaciones, sobre todo para mentes en madurez, el problema se agrava por la incompresión entre generaciones, es decir, la forma de interactuar del niño con su entorno no entra en la cabeza blindada de sus padres. Nuevo palo entre las ruedas del salto generacional. Si encima de desconocer, escucho el alto voltaje de peligrosidad "del Tuenti ese", los padres empiezan a hablar en arameo y el niño responde en swahili.

Así que nada, desabróchate las mangas de la camisa, respira hondo, pulsa el "on" de tu ordenador y pégate un buen chapuzón "on line" para, al menos, saber "de que va el rollo"

No hay comentarios: