Por decreto

Algunos medios de comunicación informan y como por todos es sabido otros manipulan con los dos ojos puestos en su cartera sin pensar en su responsabilidad.

También está comunmente aceptado que el fútbol de élite no es un juego ni un deporte, es un espectáculo que genera negocio. Lo que no está tan claro es que es un elemento formador de ideas, sobre todo en las mentes más inamduras, que no necesariamente siempre son las más jóvenes. De ahí la responsabilidad social que deben asumir todos los que forman parte del negocio.

Pero cuando pesa más el monedero que la ética, las buenas intenciones resbalan por el sumidero del cuarto oscuro donde se esconde nuestra prima "la ambición".

Es por eso que para arengar a las tropas (y ganar dinero) se sopla la corneta hasta reventarla y desde los púlpitos se proclaman venganzas, humillaciones, putas y varios al hablar de un partido de fútbol (sólo hay que ver portadas de diarios deportivos y escuchar programas de radio).

Por seguir dándole patadas al estómago del buen gusto y del "fair play" todo vale, siempre que resulte en sonido de la caja de caudales, y así sonroja ver cómo los diarios de un bando hacen gruñir a su manada diciendo que el Barça "gana por decreto" (los del otro bando hacen lo mismo en cuanto pueden). Toma carnaza cruda para las fieras, si luego se matan en los campos de fútbol eso ya da igual.

Cuando cualquiera con un resquicio de criterio reconoce la vistosidad y eficacia de ese equipo, los oscurantistas dueños del dinero soplan la llama de su poder mediático y proclaman humillación al honor de todos, algo parecido al estilo Hitleriano cuando señalaba a los judíos como causa de todos los males de Alemania.

Y eso lo lee y lo escucha tu sobrinito, que los domingos juega al fútbol con el equipo de su colegio y que piensa que Valdés o Sergio Ramos o Cristiano Ronaldo son sus ídolos a seguir.

Y lo que es peor, lo lee y lo escucha el padre de turno que va a ver a su hijo jugar, que va al campo de fútbol de su equipo favorito, y que tiene al Marca o al Sport como lectura de cabecera.

Lo de siempre, pan y circo.