lunes, 20 de abril de 2009

Baye

No deja de ser un ejemplo más de lo que pasa todos los días en nuestras calles, juzgados, mares, etc...

Resulta que Baye es un joven senegalés que vive en Plasencia al parecer de forma "ilegal". El caso es que él tiene un fuerte arraigo, se ha esforzado por integrarse, por formar parte de nuestra sociedad, a saber; juega en la liga de fútbol de veteranos, estudia, tiene un montón de amigos, mucha gente le aprecia, etc... Me consta de primera mano.

Vino en patera y se lo devolvemos al mar.

No es momento de moralinas, por injustas, pero me congratula saber que hay mucha gente que se ha levantado para ayudarle, es un gustazo ver demostraciones de humanidad como éstas.

Seguramente no conseguirán nada, las leyes exigen aplicación general y eso en si mismo es una injusticia, como la que seguramente se comete con Baye. Un ley no puede recoger todas las salvedades con la que cada situación pueda contar, pero si "el ciudadano", sin que medien sentimientos arcaicos ni vengativos, clama, la ley o el legislador o el aplicador de la misma debe escuchar, ya que la soberanía, en último término, es nuestra.

Baye es sólo un botón de muestra, naturalmente el debate tiene mucho más fondo (el cual desconozco), pero merece una reflexión. Hasta en eso está cumpliendo Baye.

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