martes, 16 de septiembre de 2008

La manía del inmovilismo

Ayer tuve (tuvimos) una reunión muy interesante con el presidente de una caja española, para su suerte poco azotada por la crisis financiera / crediciticia / inmobiliaria / etc... (esto de tener un mosntruo de tantas cabezas complica su denominación)

Entre otras muchas cosas interesantes que dijo, me quedo con una: "por suerte, no se nada de productos financieros".

Antes de ser presidente de esta caja, ha sido presidente en alguna otra compañía española y alto cargo en compañías de diferentes partes del mundo, lo que le da una perspectiva muy enriquecedora.

El caso es que se vanagloriaba de "no saber del sector financiero" porque eso "le permitía tener la cabeza fría y no mantener prejuicios y vicios adquiridos". Es el uso común, y si no sólo hace falta echar un vistazo a las demandas (que no ofertas, el trabajo es de los trabajadores y ellos son quienes lo ofertan, no las empresas) de trabajo para leer:

"Se busca director comercial con 3 millones de años de experiencia en el sector del berberecho salvaje envasado".

Y si no has peinado canas en el profundo (des)conocimiento del negocio, no sirves para... ¿para qué?, para seguir haciendo siempre lo mismo. Supongo.

¡Qué pereza!, corre, corre todo lo que puedas, que no te atrapen, huye de este tipo de "compañías coñazo" y endogámicas. La obligatoriedad del trabajo ya lo hace suficientemente tedioso como para además tener que aburrirte cada día con unos tíos así.

Yo paso.

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