¿Quién paga la cuenta?

Acabo de volver de vacaciones (en la playa de El Palmar, ya contaré) y me encuentro con una grata sorpresa, ¡¡qué bien se vive con los políticos de vacaciones!!. Nadie nos irrita con sus preocupaciones partidistas y sus ingenierías de poder.

Sin embargo, la sombra del ciprés es alargada. Y la mano de nuestros burócratas, más. Resulta que según sentencia, el ayuntamiento de Vigo debe derribar la un edificio construido hace unos años donde viven 100 familias. Las indemnizaciones alcanzan lo 40MM de euros y claro... ayuntamiento a la quiebra. Estupenda gestión del espacio público.

La encerrona tiene difícil solución, pero quizás "la destrucción" no sea la mejor de ellas. Es probable que se pudieran encontrar soluciones imaginativas que sirvan de alternativa a los dos extremos: dejar lo que está mal hecho o caer en quiebra.

Derribar significa destruir de un plumazo el valor del edificio, valor que deberán reponer los bolsillos de los vigueses. Es como tirar una bolsa de dinero (40MM€) al fondo del mar.

Se me ocurre, por ejemplo, que el ayuntamiento podría reubicar a los propietarios en pisos vacíos de la ciudad, resolviendo así unos cuantos problemas. Para pagar la factura, en vez de destruir el edificio actual, el ayuntamiento se lo podría quedar para explotarlo (¿alquileres, ...?) con el compromiso de utlizar todo el rédito para el pago además de derribar una vez pagado, con ese vehículo, hasta el último euro.

El ayuntamiento (o sea, los ciudadanos) pagan, pero en vez de tirarlo, lo revierten en la ciudad, financiando todo con la explotación de lo que tienen, habiendo fijado unas claras reglas de juego que les lleven donde quieren llegar: quitar el edificio sin que nadie salga perjudicado.

La pega es que derribarían en unos años, pero mejor que la quiebra...

Entiendo la complejidad jurídica de todo esto, pero buscar alternativas es el camino para encontrarlas.

Es como lo que dice un amigo mío: la primera clave para ligar es querer ligar.