"Quiero vivir como vivo... ¡pero pudiendo!"

Por suerte para mí ayer me tocó compartir un rato muy interesante con un brillante analista social, político, económico, etc...

Y al hablar del sentimiento que tiene el ciudadano español ante la crisis la resumió así, a modo de chiste mimético del señorito sevillano arruinado que clama por "vivir como vivo pero pudiendo".

Parece asumido que hemos vivido por encima de lo que podíamos y ahora estamos en momento de purga, de tal manera que el ahorro familiar está en máximos históricos, fruto seguramente del miedo al futuro que tenemos.

No me extraña, pues el componente político de esta crisis, lejos de ser superado, está peor que nunca, nuestro "talivanismo" español (las dos españas, vamos) y la baja participación de la llamada "sociedad civil" en el control de la actividad política no nos permiten mejorar.

Entre la esquizofrenia de "Zeta-Peta" (cuentan que del miedo que le tienen sus colaboradores, del "buenos días, señor presidente" no pasan... y con cuidado) y la ausencia ("ni está ni se le espera") de Rajoy, no existe un liderazgo moral capaz de movilizar a esta sociedad. O si existe, estamos por descubrirlo.

Rajoy está por soltar cuerda para que ZP se ahorque sólo, el problema es que en ese tren que descarrila vamos todos y dicen por ahí que si sólo debemos hablar de lustro perdido es que estamos teniendo suerte.

Los sindicatos a lo suyo, que no es el parado, sino es el trabajador. Y no todos, si no básicamente el de contrato fijo. Sólo hablan de tejido social, pero ¿y el tejido empresarial que corre en paralelo?

Y los empresarios algo así como el demonio insolidario, etiquetados así por la máquina propagandística.

Las universidades con una clara falta de legitimidad, ¿hay alguna que sea referente de verdad?

Y bueno, los demás pendientes de agarrarnos a algún atisvo de ilusión, con ganas de remar hacia algún lado.