Ayer tuve la suerte de comer con un conocido y reconocido columnista de un periódico digital, cuya columna es casi lectura de cabecera para quien tenga interés por el desarrollo de la economía.
Me sorprendieron muchas cosas, es imaginable el repaso del "cotilleo económico patrio".
Me quedo con su reflexión de cómo los medios de comunicación son claramente el cuarto poder (junto al legislativo, ejecutivo y judicial) y cómo como todo poder, se puede usar bien y mal.
Él entiende el poder como la capacidad para cambiar algo. Es una buena definición, en el caso de los medios de comunicación tienen además la capacidad de ejercer control sobre los otros tres poderes.
Y en este equilibrio el filo de la navaja es muy fino, las presiones muy grandes y la frontera entre el bien y el mal casi invisible.
Todos quieren ser tus amigos para salir bien en la foto, ya que cuando te leen cientos de miles de personas, tu capacidad de influencia sobre las percepciones es muy grande.
Todo esto es pura teoría que a todos nos parecerá muy obvia, pero escucharlo de primera mano de quien lo "sufre" todos los días a mi me parece impactante.
Así, esto me lleva a la última reflexión del casi inevitable sesgo de muchas de las cosas que se escuchan en los medios, donde unas pocas manos intencionadas mecen la cuna de las opiniones.
Es mucho el poder que se juega en esos campos.
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