Dos partidos bien ganados y todo solucionado. Si el Barça llega a la final de la Copa del Rey, pasa la ronda de Champions y gana dos partidos seguidos de liga, se sacude la supuesta crisis de un plumazo.
Más teniendo en cuenta que Barça y Madrid son vasos comunicantes y el Madrid no está en copa y es harto difícil que gane los dos siguientes partidos de liga y pase su ronda de Champions. Donde las dan, las toman, les pasa a ambos equipos.
El estado de ánimo no marca penaltis, pero da pases de gol. Y si está eufórico, hasta los da mirando al tendido.
Las rachas marcan tendencias que si son malas hay que romper como sea.
El problema del Barça es de más calado y es que los que tiene enfrente son más, con lo que hacen más ruido y cuando soplan las trompetas de guerra, acojonan. Tampoco la actitud politizadora de la directiva del Barça ayuda. En vez de captar adeptos en las fases buenas se dedican a darles patadas en la boca con aquello del catalanismo. Muerden la mano que les da de comer.
Como siempre, la política (o el politiqueo, que es peor) manoseándolo todo, hasta en esto tan poco serio tienen metidos los hocicos. Quizás es causa del tópico "Barça segundón, quizás es una nueva evidencia del lastre del nacionalismo trasnochado.
De momento en Galicia y Euskadi ha salido escaldado.
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1 comentario:
Predecir es casi como hablar por no estar callado, pero como esta vez, por pura casualidad he acertado (debe ser la primera), me la apunto.
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