miércoles, 8 de julio de 2009

Cronología de un parto

No recuerdo haber utilizado este blog para describir, en realidad el propósito es simple: colmar mi inquietud por la escritura contando de forma sencilla aquello sobre lo que pienso.

Por ello una cronología podría escapar del objeto del blog, pero más allá de éste está hacer lo que me apetece.

A las 00:30 (aproximadamente) del domingo 28 (noche del sábado al domingo), mientras cenábamos en la terraza de la casa de Pablo, Merche y Adrián, Raquel me miró y me señaló discretamente que algo pasaba. Enseguida comprendí que tenía que ver con el posible parto de "Mar". Raquel se retiró al baño y en el momento decidimos marchar.

Mientras regresábamos andando a casa un montón de dudas no encontraban respuesta, a pesar de todo se mezclaban sentimientos de ilusión e inquietud, siempre dentro de una calma razonable.

Al llegar a casa nos empezamos a dar cuenta que podría ser que Raquel hubiera "roto aguas", esto que en el cine parece muy espectacular en realidad no es tan fácil de identificar, sobre todo para dos primerizos con ojos como platos.

Avisamos discretamente a su madre, dejamos atrás a algunos conocidos que tomaban el fresco en la terraza del bar y con más fachada que realidad, nos fuimos al hospital "como si eso fuera de lo más normal". La inminente abuela explicaba que si "no eran aguas sucias" mejor. ¿Aguas sucias?. Otro concepto más para mi maltrecho diccionario de neopapá.

Yo conducía, deliberadamente despacio, mientras a pesar del momento algo había que me calmaba.

Enseguida pasaron a Raquel a la zona de paritorio para examinarla, una ¿enfermera? salió a contarnos que efectivamente Raquel había roto aguas, que a lo largo del domingo tendríamos al bebé y que de momento, sin contracciones, debíamos pasar la noche "en planta" para que a primera hora de la mañana volvíesemos a la zona de paritorio.

El rato de espera fue algo tenso, no recuerdo haber sido capaz de sentarme y la "abuela" gastaba gesto serio. No podía ser de otra manera.

Nos hicimos las fotos preceptivas con futuros abuelos y con "Susi" y "Jacin", unos tíos de Raquel encantadores, como todos. De ahí todo el mundo a casa y Raquel y yo pasamos la noche en la habitación del hospital.

Apagamos la luz y en el sillón, mientras me hacía el dormido, los sentimientos y sensaciones volaban, con algo de desorden pero con esa calma que no se de dónde salía.

Serían las 4 de la mañana cuando Raquel empezó a tener contracciones, mis inexpertas piernas temblaron mientras me acercaba a preguntar a las auxiliares que hacían noche en la planta. "Está muy verde" me decían, ¿se referían a mi o la madre?.

La intensidad de las contracciones fue subiendo y avisamos a los abuelos, que imaginamos que preferirían saberlo. Sobre las 5:30 ya estaban de nuevo en la habitación.

Contábamos lo que duraban y el tiempo que pasaba entre una y otra con poco acierto, entre nervios, desconocimiento y algo de cansancio no era fácil atinar.

Sobre las 9 ó 9:30 vinieron a llevarse a Raquel a la zona de paritorio, entonces ya había más familiares con nosotros, bajé en el ascensor con ella y nos despedimos porque yo no podía pasar con ella. Ese fue el momento más "duro" que pasé, me costó un rato lograr relajar la tensión de tantas horas. Nunca olvidaré la cara de Raquel en ese momento. Cómo me alegro de tener a mi lado a alguien tan... fuerte.

En ese momento ya estaba por allí una tía de Raquel (Puerto) que trabaja en el hospital y cuya presencia y ayuda ha sido impagable. Gracias.

A partir de ahí, la interminable espera y el apoyo infinito de innumerables familiares y amigos. Pocas noticias y mucha especulación.

Hasta que llegó el momento en que me ofrecieron entrar. Se me debió caer por algún sitio mi aprensión y sin pensarlo de un salto estaba junto a Raquel. Estaba muy cansada, de no dormir, de no comer y de las contracciones, se me abrían las carnes de ver cómo le dolían. A pesar de eso, dilataba muy lenta.

Junto a nosotros siempre estaba Puerto y en la habitación de al lado otra parturienta que nos ponía a todos en antecedentes.

La noción del tiempo en ese momento ya estaba perdida, la comadrona ofreció a Raquel acelerar el parto con ¿oxitocina? y Raquel accedió. A partir de ahí todo fue más rápido, las contracciones se hicieron más fuertes y vino la epidural.

En ese rato tuve que volver a salir, la expectación fuera era enorme, no recuerdo quién estaba y quién no. Al rato me volvieron a llamar para entrar, todo estaba preparado, ¡hasta yo!.

Aguanté el parto junto a Raquel, con ayuda de un milagroso abanico que había a mano y de una cocacola que un rato antes me había traido Carlos, lo justo para no caer. Recuerdo sentir calor y mucha emoción. Al mismo tiempo otra Raquel estaba dando a luz a otra niña, con lo que las carreras de la ginecóloga, la comadrona y la auxiliar eran de cine.

Raquel pasó un mal rato, a Martina le costó salir, pero finalmente salió. Tanto ginecóloga como comadrona auguraron una niña y ¡acertaron!. Cuando la comadrona sacó definitivamente a Martina, la puso encima de Raquel y dijo que era niña aquello ya era un desenfreno total. Logré a pesar de todo atinar a para hacer un par de fotos, cogí aire y salí a contarles a todos que por fin había sido niña y que Raquel y ella estaban muy bien. Uffff, el mejor momento de mi vida. Ese, y el ver la cara de Raquel con una sonrisa interminable. Impagable.

Oficialmente Martina nació a las 14:25h, yo creo que fue algunos minutos antes, ya que con tanto trajín me pidieron mirar a mi la hora y nos acordamos "algo tarde".

De ahí hasta ahora tenemos entre nosotros una niña preciosa, comilona, dormilona y de carácter tranquilo. Crece y espabila por momentos.

Es la niña de nuestros ojos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido colega: me has puesto en duda la carrera que hicistes, pues luego de leer la cronologia del parto de Raquel, debias de hacer algo en la literatura, muy bien la literatura, pero la parte afectiva se sale, te comento ha habido quien se ha emocionado por muchas cosas. . ., algun dia las descubriras por ti mismo.
Un abrazo para los tres que siempre se les dara juntos.