viernes, 27 de febrero de 2009

Una pista más

Ayer tuve la suerte de quedar con un par de amigos, compañeros de estudios y de algunas andanzas. Para mi relativa desgracia también me sirvió para seguir recopilando pistas evidentes de "porqué España va tan mal".

Y valga una como ejemplo.

Uno de ellos es un brillante consultor que trabaja en una renombrada firma de consultoría. Como tal, desarrolla proyectos de calado para importantísimas compañías. Y ahora trabaja para una compañía pública por todos archiconocida y archiutilizada.

Y contaba que analizando la poca eficiencia de dicha compañía a la que todos pagamos con nuestros impuestos (vamos, con nuestros madrugones), se dan cuenta que tienen más de un millar de trabajadores prácticamente "sin hacer nada". Y lo que es peor, sin saber qué hacer para que hagan algo.

Total, que tu y yo nos levantamos todos los días, desayunamos con sueño, nos duchamos, cogemos el autobús, trabajamos unas cuantas horas y... antes de volver a casa cansados, sacamos de nuestro bolsillo unos euros para pagar a esos "mil y pico" tíos que no hacen NADA. Y eso día tras día.

La pregunta inmediata es, ¿y por qué no se les busca algo?, ya que les pagamos que al menos hagan algo por los demás. Pues bien, parece que no es posible. Por contrato, antigüedad, convenio, etc... todo es muy rígido y no pueden producir NADA.

Ese coste significa para el ministerio de turno del cual depende la compañía paz social, o lo que es lo mismo, votos cautivos. Estómagos agradecidos. Vamos, que tu y yo pagamos los votos de quien nos gobierna.

Al menos, ya que les pagamos, podrían... no se... realizar actividad social, al menos algo, ¿no?.

Pues no.

Igual podrían capacitarlos para que fabriquen algo que no tengamos que comprar fuera. Ya la leche sería que hicieran algo competitivo que incluso pudiéramos vender a otros países.

Pero no. Es mucho pedir.

Mejor calentitos y calladitos, que sus votos valen mucho. Aunque tengamos jodidos a todos los cotizantes españoles, que con suerte no se enteran.

Esto es lo que tenemos. 3 millones de funcionarios, a todas luces improductivos. Una losa muy grande a la que nadie se atreve a "meter mano".

No hay comentarios: