miércoles, 25 de febrero de 2009

¡Dale duro!

Ayer en Lazkao un joven entró en una "herriko taberna" con una maza y se lió a... mazazos, claro.

Estaba enfadado porque una bomba había dañado su casa.

Su inexcusable espíritu vengativo cuenta, no lo negemos, con nuestra aquiescencia. A modo de justiciero del pueblo hizo lo que nadie se atreve a hacer y lo que nadie se atreve a decir. Y aunque ante los focos digamos que esa no es forma, por debajo de las faldillas nos pasamos mensajes en trozos de papel que dicen que ese tío tiene "un par".

La paciencia tiene un límite y aunque el tal Talión escribe leyes injustas, no debemos olvidar que hasta donde me llega el entendimiento las leyes nacen del pueblo (¿quién si no otorga poder legislativo?) y a veces éste aplica más rápido que el mecanismo al uso. Y aquí, me da que en "el pueblo" hay práctica unanimidad.

Vaaale, está mal hecho, pero eso no le quita un ápice de comprensión.

Les ha faltado tiempo a los de la "idio-ta-berna" para ponerse en la piel del victimista cordero y montar campaña y circo alrededor del "mazador". Eso también es vengativo, pero encima venganza fría, que es peor.

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