jueves, 5 de febrero de 2009

Arte y ensayo

Uno de mis hobbies preferidos es la música y en ese sentido hago a un montón de estilos aunque hay uno que me cautivó de adolescente y del cual no se me ha pasado todavía el veneno: el Rock, en todas sus vertientes.

Ya he explicado en alguna ocasión la razón, si tuviera que sintetizarlo en una palabra sería transgresión. Creo que por eso me atrae tanto. Leía hace poco un libro de Rodríguez Ibarra titulado "rompiendo cristales" y en el título el autor trataba de explicar precisamente eso, que para que te escuchen, que para progresar, a veces hay que transgredir.

Ayer una película-documental sobre Loquillo me abdujo hasta la 1:30 de la noche pegado a la televisión. No salí de mi asombro al ver reproducidos todos y cada uno de los estereotipos del rock en una banda en general y un personaje en particular como Loquillo.

La fama, el dinero, las giras, los mánagers, las discográficas, las drogas... todo a la vez llamando a la puerta de unos jóvenes que experimentan con todo eso sin tener una referencia clara. Parecían estar subidos en un coche lanzado sin conductor ni frenos. Resultado: salida en la segunda curva, coche siniestro total, todos heridos y algún muerto.

Ya lo dice él mismo:

"cuando fuimos los mejores,
en todas las esquinas,
mi juventud se suicidaba"

Consecuencia: personaje mitológico que vive deprisa y que finalmente logra salir vivo del "rock way of life" y que por lo tanto ya tiene algo que contar para toda su vida. Incluso puede protagonizar una película sobre su personaje.

No logro entender el enlace entre el arte, la música "moderna" y la pérdida de papeles. Seguro que lo hay. A mi ese rollo me parece bastante inútil, pero en fin, lo respeto.

Entiendo que la música, la de verdad, se toca con el corazón (un puñado de músicos empiezan a dar buenos conciertos mucho antes de subirse al escenario, su buen entendimiento personal es más importante que su técnica) y que siendo algo visceral va más allá del propio estilo musical y tiene que ver con un estilo de vida en general. Para llegar al público hay que expresar y para expresar hay que sentir. Así, entiendo que el instinto manda sobre todo lo demás, y ahí empieza la feria.

En todo caso, no deja de asombrarme.

Pero que conste que... ¡¡mi rollo es el rock!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gran frase de Loquillo... aunque es complicado saber cuando no "se suicida nuestra juventud"... Quien no siente que ha desaprovechado su juventud??