viernes, 13 de noviembre de 2009

Reparto de cromos

Ya cansa observar el típico reparto de tarjetas (de visita creo que se llaman) al comenzar una reunión entre gente que no se conoce.

Rozando el final del primer decenio del siglo XXI donde la tecnología permite hacer cosas inimiganables y el personal sigue con el estilo cincuentista de la tarjetita.

Ocupa espacio, no sirve de nada y además contamina.

Al final coleccionas unos cuantos quintales de ellas con una funcionalidad limitada. Tal como están hoy en día las cosas, ¿no habría una manera mejor?, puestos a imaginar... ¿no podrían los móviles conectarse por bluetooth y pasarse la información necesaria?, no basta con saber nombre, compañía, etc... hay datos también muy interesantes como saber de qué conoces a esa persona, ya que a la hora de un contacto posterior esto ayuda a identificarse, que se deberían incluir y que una tarjeta física no permite. Además, esa persona va variando de trabajo, contacto, etc... y en formato electrónico se podría actualizar. Por supuesto estos datos pasarían inmediatamente a tu agenda.

Ni hablamos de la posible conexión auomática con linkedin o cualquier aplicación social/profesional de ese tipo.

En fin, que andamos muy rápidos para unas cosas y muy lentos para otras, me llama la atención.

Hasta aquí esta tontería.

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