lunes, 28 de febrero de 2011

20

Es 28 de febrero. Pero lo que es más importante aún, Martina cumple 20 meses.

Mi reducida capacidad creativa no me da para explicar de otra forma lo que siento, a medio camino ente muchos sentimientos: ternura, amor, felicidad, incredulidad...

Esta mañana me despedí de ella para venir a Madrid. Por supuesto ya estaba despierta y atenta. Y me ha dicho "Papá no se va". Y luego ha replicado "Martina te vienes a Madrid", queriendo decir, supongo, que quería venir.

Y qué puedo yo decir, supongo que el hábil lector entenderá la mezcla de satisfacción y melancolía.

Y encima, ¡hoy es 28!.

Pero por encima de todo eso, está el orgullo por verla tan linda.

Muchas felicidad a nuestra Martina.

viernes, 25 de febrero de 2011

Adiós, papá

- "No quere ir a la guaderia".

- "¿No quieres ir a la guarde, hija, pero si te lo vas a pasar muy bien?"

- "No quere". Frunce el ceño.

- Pose de padre que sabe lo que hay que hacer. Con tranquilidad, firmeza y sonrisa real en la boca: "Venga, Martina, que nos vamos a la guarde"

Recula un segundo, al siguiente ya ha brincado hasta la puerta. "¡A la guade!".

Las escaleras las baja andando, parándose distraida en cada peldaño.

- "Veeenga princesa, ¡que nos vamos a la guarde!"

Salimos de casa y todos son pequeñas carreras, bruscas paradas, sonrisas a los paseantes y explicaciones ininteligibles.

La guardería aparece tras doblar una esquina en cuesta, a unos 20 metros de distancia y ella dice: "Adiós, papá".

"Dame la mano, Martina, que vienen los coches". Obedece, pero su padre le ha dejado de importar, ¿cómo le iba a importar si ahora le esperan casi 3 horas de juegos y niñ@s por todos los lados?.

En su terreno, tío, no te metas, que ya lo maneja ella. ¡Cuidadito, eh!

jueves, 24 de febrero de 2011

El monólogo de un plebeyo

Ayer paseé mi entrañable soledad por un cine de barrio. Tan poco mío fue ese momento que me tuve que mirar al espejo para creérmelo.

Susana, por decir una, tiene que estar frotándose los ojos.

La tarde noche envidó a chica y yo lo vi de farol. Seguro de mi mismo.

Y el monologuista plebeyo se fue a ver "el discurso del rey". Con la atmósfera propia del solitario, carne de blues facilón: sala grande, trabajada ella, digna y oscura. Habitada por una pareja cincuentona, una mujer de pelo rizado y mi cuerpo, que no tanto mi cabeza, que andaba dando vueltas por diversos parajes.

La película no falló a la cita: historia de superación y tenazidad, lenta, algo previsible y de estética desconchada, de preguerra, bombachos y dignidad. Miré la hora no menos de tres o cuatro veces, pero no me disgustó.

Y salí de allí, con la noche en plan agradable para acompañarme a casa.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Dos vidas: acelerador y embrague

De lunes a jueves todo va muy rápido. Comprimo mucho trabajo, con deporte, todo lo que puedo de socialización y algo de estudio. Todo eso en 4 días y 3 noches.

El viernes, sábado y domingo me mezo en la cuna de mi familia y amigos. Qué bien que están ellos para bajar las pulsaciones, para contrastar realidades, para frenar el mundo, para quitar vértigo, para darme un manguerazo de agua fría, para secarme luego, para hacer humano este mundo, para hacer mundano al humano, para pasar de la fibra óptica al transistor con ruido, del ajuste centesimal a la cuenta de la vieja, de la inmediatez a la hamaca, del "to-do" (snobismo/anglicismo de "tarea pendiente") al dodot (pañal), para hacer que todo me sepa bien.

martes, 8 de febrero de 2011

Diente blanco, culo negro

El cuello blanco es una peligrosa máscara. Cuidado con lo que se ve, no vaya a ser que esconda oscuridades que no son evidentes.

Me da a mi algunos se lavan la cara pero se les olvida higienizar su trasero. Mucha corbata aparente y poco calzoncillo reluciente.

La vida me lleva por lavabos de gente normal y "oh, casualidad", siempre los veo impolutos.

No quiera nadie ver los baños de esa gente leída, viajada en business y estudiada en escuelas sintéticas de programación cerebral. Y eso que es suyo, que lo volverán a pisar un día tras otro. Es lo que tienen los baños, que están pensados para que otros los arreglen, mientras sus trajes pasean sus vergüenzas escondidas. Debe ser que ellos, simples aseaderos plebeyos, no merecen su educación de postureo, ni su sonrisa plastificada ni su cara de vendemonas vacía.

lunes, 7 de febrero de 2011

Permitanme estar "de lunes"

Estoy lejos de muchas cosas, pero la más difícil de llevar es la lejanía de Martina.

Una pequeña ventaja es que cuando puedes, cada minuto es oro.

Todo lo demás sobra.

Sus ojos, sus manos, su boca, su pelo, su lenguaje, su mirada, su ritmo, su impaciencia, su bondad, su sueño, su hambre, su rebeldía, sus canciones, su juego, sus saltos, sus gritos... y todo pasa como un ciclón, te trae y te lleva, te mece y despierta, te lo regala y para el tiempo para que lo disfrutes.

Nada vale lo que ese minuto. Ni lo del siguiente. Si ella está presente, todo está de más.

Ahora la echo de menos. Mañana, más.

jueves, 3 de febrero de 2011

Tu futuro lo hunden en el mar

Un paradigma de cómo las grandes palabras vacían su contenido al transformarse en hechos es la formación en España.

Es fácil ver a cuentacuentos parlanchines de puño blanco aplomarse delante de los focos agradecidos para decirnos obviedades del tamaño de "la formación es un vector clave de futuro para nuestro país".

Así, atocinados debajo de su bandera populista del sensibilismo social, sacan pecho de superhéroe repartiendo recetas justicieras.

Formación, dicen. Mierda, hacen.

Los feos pajarracos desplumados abren la boca y esas extrañas fundaciones tripartitas reparten bacalao del malo a los síndicos y rapaces varias.

Luego, la foto con cristasol.

La realidad es que tus impuestos se van, por ejemplo, para cursos de buceo "tripartitos", una bonita metáfora de la profundidad marina donde acaba el futuro de tantos y donde yace el prestigio de tan pocos.