miércoles, 27 de abril de 2011

No sabo: música para mis oidos

Creo que fue el domingo pasado cuando Martina deslizó un "no sabo" que supo a gloria, prueba inequívoca del avance en el aprendizaje lingüístico (y por ende de tantas otras cosas) de cualquier niño.

"No sabo" quiere decir "no me estoy dando cuenta, pero estoy aprendiendo a conjugar los verbos. Que conste"

Y en este mejunje ando, de sensaciones infinitas donde la una, Martina, se empeña en llevar los límites de lo imaginable cada día un poco más lejos y la otra, Jimena, que todavía no ha dicho su última palabra y que veremos qué pasa cuando diga la primera.

Y todo esto es
música para mis oidos,
con la que mis pies bailan,
un baile de padre "pasao de moda",
de codazos de la audiencia,
de "no me importa un pito",
de violín desafinado,
de ¿quieres bailar conmigo?.

¿Bailas?

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