viernes, 26 de noviembre de 2010

Por qué Martina es la mejor del mundo

El hecho cierto es que cabe alguna mínima posibilidad de que no lo sea.

Es posible que haya alguien, en algún escondido rincón del planeta que cuente con alguna virtud que ahora Martina no tiene. Pero da igual, porque la tendrá.

Ella es lo mejor. Porque es ella. Porque sus ojos están vivos. Porque sus manos están abiertas. Porque su boca desliza vitalidad. Porque sus pies inquietos buscan la luz de cada mañana.

Sólo un padre y una madre saben lo que eso vale. Lo poco o mucho que cuesta. Lo fácil o difícil que es que todo vaya bien. Solo uno sabe dónde habita la fuerza que trabaja en el desván que no se ve. Son ellos los que más lo valoran, es su deber, su grata condena, su derecho.

¿Cómo no va a ser ella lo mejor del mundo?

1 comentario:

yo dijo...

Todo muy bien, pero en el mundo hay muchos padres y muchas madres mas que los que vemos cuando nos asomamos al espejo, toda persona infante es preciosa, y se depositan todas las esperanzas por parte de los padres, luego cuando te asomes al espejo piensa. . . .