lunes, 25 de mayo de 2009

Obradoiro

He metido los pies en una obra y estoy de cascotes hasta el cuello. Y eso que uno se las da de planificador, de tener cierto sentido común, de no caer en lo errores de otros, etc... pero la "obrita" siempre te supera, parece tener vida propia, exige dolores de cabeza, decisiones sobre miles de detalles que desconoces, que se esconden tras cualquier cable o rasillón para asaltarte, rodearte y hacerte perder algún rato de sueño.

Quieres hacer una obra "a nivel usuario" y acabas con un "obradoiro", con sus fachadas barrocas y todo.

Por no hablar del precio de tu obradoiro, que es eso, una "obra do orio", vamos, una "obra de oro". Tu presupuesto inicial lo debes multiplicar por un factor corrector directamente proporcional a tu sentido del detalle y sumarle tantos miles de euros como "ya que´s" (ya que estamos) eres capaz de decir por minuto.

Total, que aquí ando pasando mi baja entre rasillones del 4, puertas de 82, fregaderos bajo encimera, luces up-light y precercos de armarios.

Si salgo de esta con algo razonable, me manteo.

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