lunes, 28 de marzo de 2011

Corazón rompío

Un regalo de 13 horas. Seguidas. Sin parar. Nunca recibí algo así.

Supongo que los 35 lo merecen, pero es que lo de los 21 de Martina son insuperables.

Me colé por un resquicio que vi y me quedé este nuestro lunes 28 en Plasencia. A cambio Martina me regaló infintas sorpresas, una tras otra.

Un abrazo esta mañana al ir a recogerla de la "gualde", una foto en conspiración con su madre, un "sa rompío" que nunca había oido y un "nos quelemos" cuando antes de ir a la cama, su madre y yo la hemos dado un beso al alimón.

Ha habido alguno más, pero es tanto que eso se habrá ido al hipotálamo o donde sea.

Ponle a todo eso sonrisas, juegos, carreras, llamadas a "papá Alex", canciones... y ahí tenemos el regalazo.

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