"Lavaito y perfumaito", así nos presentan al hasta ahora enemigo público número 1, Mou.
El ensucia, Florentino se traiciona y la prensa de estómago caliente corre servil a darle zotal a los calzones del nuevo emperador.
Y yo que lo leo y lo veo, no me lo creo.
Es cierto que el show-business necesita de estos intérpretes. Un artista de esta talla no podía faltar en la trama. Pero de ahí a que nos lo metan a escondidas y almivarado entre cucharadas de buen-rollito como si del yerno que todos quisiésemos tener se tratase, no pasa.
Se hace divertido ver cómo nos siguen endulzando la opinión, me imagino a Florentino haciendo el avioncito mientras trata de meter la cuchara a su afición.
Que no paren las máquinas
martes, 1 de junio de 2010
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