Jimena, sin telegrama ni emisarios, ha declarado definitivamente la guerra al sueño de sus padres.
Lo curioso es que encima lo hace con gracia, con esa sonrisa redondeada y desdentada con la que no te puedes enfadar.
Y Martina ha dado unos latigazos de rebeldía indignos de su estatura, ya decía alguien este verano con ironía andaluza: "mírala, esa niña no es consciente de la edad que tiene". Su carácter, genio y figura, la lleva a explorar terrenos de trinchera y mosquetón.
Total, batalla por todos los flancos, algo así como nuestra pequeña II guerra mundial.
Cada cierre de día lo vivimos como una victoria
viernes, 18 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario