Es indigerible la munición pesada que nos aturde con el tema del dichoso mundial, parece obligatorio ver los partidos y emocionarse con todo es ruido "vuvuzeril".
Y yo, que siempre he tenido un cierto espíritu anti-imposición y que ni el tiempo logra quitarme, como que hago por negarme a entrar en toda esa vorágine, aunque algunos minutos de partidos de España sí he visto.
Total, que entre todo el chapapote comunicativo, hay dos cosas que me gustan:
- La primera es que de nuevo unos deportistas españoles muestran valores de equipo que fertilizan a nuestros niños, adolescentes y jóvenes que llenan sus paredes, carpetas y ordenadores con sus fotos. Además, exportan esos valores más allá de nuestras fronteras, que ya está bien del "fiesta y siesta".
- La segunda es que nos vamos quitando complejo "banderil" y parece que va pasando menos cuando uno lleva la bandera de España en la camiseta, el cinturón o colgada del balcón. La bandera como símbolo no excluyente alienta, ya que la horda de politicuchos llenando la panza inventando enfrentamientos debería ir agotándose. Veáse aquí lo bien, al menos desde fuera, que se está trabajando este tema tanto por el PP como por el PSOE vascos.
¡Y que gane España!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario