martes, 9 de agosto de 2011

Los padrinos de Jimena

El sábado celebramos el bautizo de Jimena. Me emociona pensar en lo que sentí en el de Martina y este segundo bautizo me hace soñar de nuevo.

Lo primero que siento es un enorme orgullo de los padrinos que va a tener Jimena. Es difícil ponerle palabras a todo lo que ellos dos representan en mi vida. Dos personas y dos formas de entender la vida tan lejanas a simple vista y que de forma natural convergen este fin de semana para escenificar lo mucho que los queremos y admiramos.

Me gustaría parecerme a ellos en muchas cosas; en su honestidad, en su sencillez, en su despampante naturalidad, en la singularidad inimitable del uno y en la transparencia y capacidad de sacrifio de la otra, en el genio y figura de él y en la serenidad de ella, en la LIBERTAD que uno se ganó a pulso hace ya mucho tiempo y que tan bien ejerce y en la valentía que demuestra la otra cada día.

Jacin y Carlos, os quiero, os queremos mucho y ojolá Jimena aprenda sólo un poco de todo lo que le podéis enseñar.

jueves, 4 de agosto de 2011

Sol

Ayer, después de pensarlo varias veces, me decidí por ir a la puerta del Sol, sabiendo que iba a haber manifestación del movimiento 15-M para que fueran los poros de mi piel los que transpirasen el espíritu de los "indignados".

Por concluir rápido, entre consignas frentistas anti-casi todo y cánticos facilones, lo que vi y oí no me entusiasmo nada más allá de la satisfacción de ver a la gente con ganas de moverse por sus ideas.

Que si el capitalismo, que si la policía, que si la religión, que si no tengo piso, ni trabajo... todo me sonaba a un poco más de lo mismo: poca autocrítica y dedazo acusador al primero que pasa. Cuando llego a este punto siempre me hago la misma pregunta tonta: ¿la responsabilidad, por ejemplo, de la burbuja inmobiliaria es de la admnistración, de los bancos, del "capitalismo" o de esa gran mayoría que quisimos hacernos ricos de forma mágica?. Me suena que todos somos co-responsables en gran medida y eso de sentarse a clamar suena a pataleo.

Aislando, claro está, que no dejaba de ser una manifestación y no me imagino que de ahí saliera nada más sesudo que "vergüenza me daría, ser un policía". Para eso tienen las asambleas, que es ahí el foro de debate y no éste.

Es muy difícil no compartir en gran medida las inquietudes de este moviemiento, pero la fina línea que separa eso y el "me cago en todo" les pone en un reto muy complicado. ¡¡Digo yo!!.

Una cosa creo haber aprendido: de esta crisis no saldremos volviendo a lo que había antes, esa no será la medida del éxito. Parece que saldremos, pero con cambios estructurales tanto sociales, como políticos y económicos.

Aquí una foto que hice con el móvil de la manifestación. Según El País había unas 1.500 personas