Junto a la maternidad, el Camp Nou y el Palau Blaugrana, donde me he dado el gustazo de encestar desde la línea de tiros libres, triple, etc... (después de muchos intentos, claro). Me llevo un trozo de la historia deportiva de este país.
Ayer pude darme un paseo por las Ramblas, Plaza Catalunya, Plaza Sant Jaume incluso por el Raval. Venir a Barcelona siempre es para mi una sensación especial. Martina lo ha hecho aún más.
Es un viaje largo. Pero esta especie de procesión instrospectiva que he tenido la oportunidad de degustar ha doblado la mano al cansancio.
Hoy estoy muy feliz.

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