martes, 18 de octubre de 2011

Mes y medio sin tregua

Un mes y medio da para mucho. En la vida de Jimena ya ni lo cuento. Ella es un encanto de niña de eterna sonrisa que apaga los fuegos con esa mirada serena que no te deja ni frustarte.

Consigue mantenerse sentada a duras penas, mira embobada a su hermana, come, se despierta por la noche, gira en el suelo... y sobre todo proyecta tranquilidad, un recurso escaso que todos aprovechamos muy bien.

Por el otro flanco de ataque está Martina, un vendaval de energía y ganas de crecer, con unos aires de independencia que observamos con recelo paternal. Ella sóla cambia un estado de ánimo. Baila, canturrea, sedude y se pelea con sus límites. No es consciente de su edad. Encantadora.

Y ellas (y alguna razón más) son las culpables del abandono de este blog, que me niego a olvidar y al que prometo prestar la atención que se ha ganado.