Me se de uno/a que ya va avisando que viene. Está a punto de cumplir la mitad de su gestación y ya empieza a pedir paso, a reclamar su cuota de atención. Ayer por la noche, por primera vez, se notaban sus movimientos desde la superficie de la barriga de su madre.
Igual en vez de un pan (que está muy caro) trae un silbato debajo del brazo, más que nada para dar un toque de atención y recordar dónde está lo verdaderamente importante. Es más efectista.
Estamos con bajada de tensión ante tanto movimiento, pero si cogemos perspectiva, ya alguien, recién acabada la I Guerra Mundial dijo una frase brillante: "el futuro ya no es lo que era". Y con ese cuento llevamos toda la vida. Hasta Loquillo allá por principios de los 80 sacaba discos que decían que "los tiempos están cambiando", ¿es lo de ahora muy diferente?.
Menos mal que algunos ya se han comprado un silbato para humanizar todo esto un poco. Ojalá el silbato, además de para molestar a vecinos y asustar a viejecitas, sirva para que le piten los oidos al personal en general.
El pataleo es un derecho universal, más si es de un niño y más aún si sirve para darle bofetadas a la conciencia de muchos.
Unos reclamaban "programa, programa, programa", yo insisto en mi humilde opinión de que es momento de "valores, valores, valores"
martes, 3 de febrero de 2009
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