Casi tres semanas después de empezar mis vacaciones, mi principal conclusión es que se me da muy bien disfrutarlas. Es de perogrullo, pero es así.
He saboreado cada minuto hasta desgastarlo sin importarme el siguiente. He cruzado con cada uno de ellos mi brazo para beber de su copa, nos hemos cogido de la cintura y nos hemos dejado llevar por la música
Sobre todo he hecho deporte: running, paddle, esquí, fútbol, natación, ... También he leído mucho y he cocinado. He estado con mi familia, con amigos. Me ha dado tiempo a dormir un poco, a pasear, a salir por la noche, a salir por el día, a ver alguna película...
También he dedicado mi prometido cuarto de hora a pensar y he concluido que sí, que es importante fijarse una meta para saber el rumbo que debes intentar dar a tus actos y decisiones. Pero que tan importante como eso es disfrutar del camino hasta alzanzar la meta. Es más divertido y puedes evitar frustraciones y precipitaciones.
Así que aquí esto de nuevo, con la batería recargada al 110%.
miércoles, 7 de enero de 2009
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