Hoy toca examen. Ser consultor, como ser cualquier otra cosa, tiene algunas particularidades, y hoy cumplo con una de ellas, tengo faena con los "del 7" (aprovecho que estamos en pleno San Isidro para atreverme con un símil taurino) con ganas de tirar almohadillas a la arena.
Desencripto.
En un rato tengo una presentación que levantará ampollas con el presidente (morlaco bravo, astifino y resabiado), directora general y otros 7 directivos de una compañía. Presentaré con luz y taquígrafos una primera fase de diagnóstico donde se plantean escenarios que provocan actitudes defensivas.
No es fácil escenificar cuando previamente sabes que algunos espectadores te señalan con un rayo láser entre ceja y ceja. Y eso que hemos desarrollado toda la parafernalia política previa de preventa y validación. No hemos ganado ni un metro con ello.
La buena noticia es que es una compañía con cierta permeabilidad al cambio, pero al ser grande el componente político se acentúa.
Total, que es aquí donde me gano el sueldo (que a veces se me olvida, :-)), mi jefe mirando desde la barrera, cual apoderado de cinturón largo y repeinado y yo "a porta gayola".
Espero que la montera caiga boca abajo.
jueves, 5 de junio de 2008
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2 comentarios:
Y qué pasó? Triunfaste? Que me dejas en ascuas...
Jaja, fue todo muy bien, a pesar del agravante de tener que contar estrategias de marketing y posicionamiento en un entorno "ingenieril". Les cuesta "verlo".
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