Sencillez, esa virtud que tanto humaniza a las personas.
A eso no le ganaba nadie
No podías buscar lo que no ibas a encontrar, así de fácil.
No había una doblez que planchar, era lento en el juego de manos que nunca practicaba.
No llevaba chistera, no usaba guantes. Hubiera pasado mucha hambre en la calle.
Era un Romeo que había conquistado a su Julieta, un flaco practicante, un brujo sin pócima, una radio vieja y un ducados a escondidas.
Alguna vez le preguntaron que por cuánto, el respondió que ni por ciento ni volando.
El muy canalla se hizo viejo y sus piropos los decía en bajito.
Nada superaba su sonrisa desdentada, frágil pero no pudorosa.
Ahora todos le echamos de menos, más aún cuando le imagino sonriendo a Martina.
Ayer vi su foto y tuve que enjugar una lágrima orgullosa de la que él no se hubiera enterado.
jueves, 24 de marzo de 2011
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1 comentario:
Crees que no se entero?, acaso no se entero tu corazon donde se vislumbra llevas el recuerdo. . .?
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