miércoles, 7 de octubre de 2009

La ética es el único camino sostenible

Quiero creer que la ética y la dignidad alumbran el único camino que a largo plazo da sostenibilidad a la vida personal, empresarial o política.

Sucece que así a uno se le quita la tentación de fijarse en aquellos que de una forma insidiosa transitan por la vida de uno consiguiendo muchas veces réditos voluptuosos y capaces de cegar la racionalidad humana.

Es así que no pocas veces me ha creado complejo de inferioridad observar cómo había quien de forma oportunística era capaz de ganar respeto y dinero haciendo lo que no sabe y sin piedad por quien le rodea, cumpliendo el principio físico de vasos comunicantes, donde para subir yo tu tienes que bajar. Estilo digno, por otra parte, del miedoso y cobarde, del valido segundón babeante de poder, del que nada tiene que aportar, del que prima el parecer sobre el ser.

Me sigue pasando, pero la perspectiva me dice que algunos de ellos han acabado a la sombra social, teniendo que huir de todo lo que antes le ensalzaba.

Ahora vienen nuevas oleadas de despidos y mi pregunta es; ¿porqué el "ejecutivillo de turno" se cree con la potestad de despedir a sus colaboradores cuando la responsabilidad última de un mal resultado es principalmente suya?. Peligrosa esta especie de potestados prestados, donde a más poder más complejo exponen, que cuando todo va bien se codea para acaparar flases y cuando va mal corre a escribir listas negras.

Interesante el modelo alemán, donde en vez de dar tijeretazo por ahí, asumen una posición más flexible arrimando todos el hombro. ¿Qué es mejor, despedir al 15% de la plantilla o bajar un 15% el sueldo de todos?. O... ¿un 20% el de la dirección y un 10% el del resto?.

Cuando vengan bien dadas, los primeros merecedores de recompensa por supuesto también son ellos.

Me parece digno y ético, el resto es traidor y pérfido. El tiempo lo dirá.

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