Sangre , sudor, lágrimas...

.. y fatiga.

Eso es lo que Winston Churchill dijo poder ofrecer a su país para contener el paranoico avance alemán al inicio de la segunda guerra mundial.

Como decía el famoso locutor; aviso a navegantes: la segunda guerra mundial está entrando en mi vida como elefante en cacharrería. La vamos a tener. La culpa (causa) es de Sven Hassel. Lo siento.

Total, que leo que el IPC adelantado para este mes ha bajado al 4,9% (como si fuera poco) a raíz de la bajada del precio del petróleo. Y me hace gracia, porque el sueño de miles de millones de personas depende de vaivenes diarios que no sabemos de dónde nos vienen, a saber.

Hoy alguien dice que ha encontrado un yacimiento de "unapechá" de millones de barriles, mañana que a "nosequién" ha reducido las reservas de petróleo en "nosecuanto", pasado que la OPEP baja la producción, al otro (hoy mismo) que habrá nueva guerra fría entre Rusia y USA, otro día que si los huracanas, el siguiente que si a Osetia no se qué le pasa... y los demás con cara de póker poniéndole velitas a San Gregorio, patrón del petróleo.

Y mientras cuatro manejan dinero, poder e información al resto nos dicen que la vuelta a cole le cuesta a una familia media madrileña el 60% del sueldo de un mes. Es la factura que los burócratas pasan a los pobres, que sudan sangre y lágrimas. Por cierto, factura sin derecho a reclamo.

Profetizar guerras mundiales es la ventaja que tiene, que ganas mucho dinero con ello.

Vaya panda.

Otra de candongos

Busco la palabra para ver su significado y parece que candongo/a significa zalamero/a o astuto/a.

Lo que yo entiendo por "candongas" (creo que ya ha salido en algún post más) es el típico grupo de treintañeras solteras que superando su contorno coxal día a día y preocupadas por su impacto en la fe que Cupido tenga en ellas, salen a pasear juntas por las calles de su pueblo, preferentemente cogidas del brazo (la unión hace la fuerza) en búsqueda tímida de algún despistado con sobrante de amor.

Vamos, que la acepción extremeña de la palabra habla de aquellas a las que se les "pasa el arroz". Espero que nada tenga que ver con lo que dice la RAE, que además de astucia explica que tambien una candonga es una mula de tiro.

Puestos a manosear el lenguaje, he terminado por asociar "candongo" al paso de preocupaciones / aficiones / hábitos de juventud a madurez. Con ello, y lo digo bien alto, YO SOY UN CANDONGO.

Doy fe con dos muestras recientes:

La primera es mi preocupación por los ruidos de la calle, ¿quién me lo iba a decir?. Hoy leo en el Hoy de Extremadura que en Plasencia la policía municipal está realizando controles de ruidos a las motos y casi pego un salto de alegría. Hace nada esto no es que no me importara, no, es que casi me hacía gracia. Preocupación candonga.

La segunda es la manía de "las cenitas en casa" (bueno y fuera de casa). Hemos pasado del Calimotxo al "puturrú de fuá" casi sin enterarnos. Ooootra "candongada". Os ilustro gráficamente
Lo peor, es que el grado de desarrollo va "in crescendo", lo que significa que el candogueo ya lleva tiempo instalado entre nosotros. En este caso hicimos una "barbacoa del pobre", que se basa en el típico concepto del "quiero y no puedo". Me explico, a falta de frondoso jardín que nos acojiese, pensamos en hacer minibocadillos de pan sin hornear para que en el salón de casa cada uno se lo calentase en un grill.

No me avergüenzo, el candongueo ha venido para quedarse...

PD: Por aclarar, no se trata de una foto "de Adán" puesto que me cubría unas calzonas que no asoman...

Todos los perros muerden

Hace algún verano un perro mordió a una mujer. No se si acabó en"desenlace faltal", lo que sí se es que tuvimos "un verano de perros". No había día ni medio de comunicación que no contase nuevos incidentes entre perros y humanos. Como si todos los días los perros mordiesen a las personas. De mejor amigo a peor enemigo. Tener un perro estigmatizaba.

Es el poder de los medios. En verano estaban caninos e hicieron honor a su estado.

Ahora tocan los aviones. Cada día pasa algo terrible. Las compañías aéreas parecen entidades despreciables y hediondas. Los pilotos unos desalmados. Los inspectores unos insensibles.

Dicen que ahora los pasajeros atienden con más ahínco las explicaciones previas sobre seguridad. Como si la seguridad del avión dependiese de ello.

Dice alguien que conozco que "estar vivo es un peligro". Ojalá todos fuesen como los del avión.

Los medios son capaces de crear pandemias. Fomentar el miedo a volar resta.

Claro que el problema es el de siempre, su objetivo no es informar, es ganar dinero y para ello la información clara no es el mejor camino. Hasta les entiendo.

Pues eso, los perros no muerden a las personas y los aviones no matan. Nos muerden y nos matan otros.

Verano, hemorragia de bienestar

Lo debemos llevar escrito en algún sitio y la historia se ha empeñado en ahondar en ello. La tendencia humana a atiborrarse es innegociable. Seguro que cuenta con alguna razón antropológica. Hasta hace poco, en el caso español, era una necesidad, así lo exigía, por ejemplo, el "famoso 41", la posguerra fue muy dura.

Y es que guardamos para el verano casi todo lo bueno que te puede pasar en la vida: vacaciones, descanso, ligoteo, visitas, terrazas, deportes al aire libre, paseos, playa, fiestas populares, piel morena, Juegos Olímpicos, lectura... Toda una hemorragia de buenas sensaciones. Eso sí, todas juntas a la vez, para que nos atragantemos.

La otra cara de la moneda es el índice de divorcios post-veraniegos, ver a la vida en minifalda es lo que tiene. Ahora con tanta crisis descenderá, entre otras cosas porque al verano le han salido michelines y está más blanquito y para eso me quedo con lo que tengo. En muchos casos decidimos por comparación, no por convicción.

Estoy deseando ver las nuevas propuestas de coleccionables para la nueva temporada otoño - invierno. Igual en vez de dedales nos ofrecen bonos del tesoro por entregas. Por aquello de hacer patria en momentos difíciles.

Parece que nos espera una mala vuelta. Un dato demoledor: en julio ha caído un 15% la venta de carburantes (respecto a julio de 2007). Menos desplazamientos, menos turistas, menor gasto... nuestra principal industria también sufre.

Septiembre va a dar un bofetón a agosto. Del bronceado de piel al amarillo macilento, de la terraza con camarero sonriente al salón con Solbes el la "tele" dando malas noticias.



Por mi parte, "mirada al frente, paso corto y mala leche". En plan marcial. Ni me creo que antes todo era fantástico ni que ahora estamos a las puertas del averno. La marcha de la economía se basa en gran medida en la gestión de expectativas y con ello hay quien gana mucho dinero. Yo a lo mío.

Muchos impactos para un día.

Ayer fue un día curioso. Impactante. Me pasaron muchas cosas en poco espacio de tiempo. El día se presentó "juguetón"

¿Cómo no?, coincidió con un viaje a Bilbao. Son así.

En el aeropuerto nos encontramos a José María Ruiz Mateos, en si no tiene nada, pero puestos a contar, ya lo incluyo. Personaje pintoresco.

En el avión llegando a Bilbao acabé el libro de "Los Girasoles Ciegos". La historia está bien, la capacidad descriptiva del autor impresionante. Un poco triste, pero muy recomendable. Nuevo impacto.

Fuimos a comer a un restaurante y me encuentro que nos sirven el segundo plato con el plato al revés, ahí va documento gráfico. Debe ser que la nouvelle cuisine es así.


Poco después nos enteramos del accidente en Barajas, hacía apenas un par de horas que nosotros habíamos despegado. Nos dejó algo fríos. (Hoy, por retrasos nos hemos tenido que volver en coche). Un gran aficionado como yo a los aviones es lo más alentador que puede escuchar... Más aún cuando en los MD-82 de Spanair "me he jartao" a montar, casi cada semana yendo y viniendo a Málaga.

Al ir al hotel a dejar las maletas, ooootra sorpresa. Cuando vamos a Bilbao solemos alojarnos en el Carlton (en la Plaza Federico Moyúa). Es un buen hotel, de muchas estrellas, de aspecto elegante, serio, etc... y al entrar nos encontramos esto pero con más de 200 personas tomando vinos, cañas, etc.... Incluido música, por supuesto. Es la semana grande de Bilbao y no lo perdonan, claro. Al lado de este "follón" había un stand emitiendo en directo de Punto Radio y Manolo Molés y Antoñete grabando un programa de televisión. ¡¡Menudo cambio!!


Dejamos las maletas, descansamos un poco y fuimos a la plaza de toros. Nos invitaron y, ¿cómo no?, siendo vascos los "invitadores" fuimos a barrera, sombra, etc... vamos, al mejor sitio que encontraron. Nunca había estado en una corrida de toros y jamás me ha llamado la atención. Pero la fiesta taurina me esperó "a porta gayola", dispuesta a sorprenderme

Estuvimos junto a la puerta por donde salen los toros, y nada más comenzar la corrida, con el primer toro, al primer torero, a unos 8-10 metros de mí, se le ocurre hacer esto esperando la salida del toro:


Ya imagináis el escalofrío desde la nuca hasta los pies. Casi tengo que apartar la mirada. Creo que no pestañeé el resto de la corrida. Por cierto, la arena de la plaza es negra, nunca lo había visto, luego me explicaron que es la única plaza que tiene la arena de ese color. No me extraña.

Para rematar la faena, cenamos en la terraza del Restaurante Etxanobe, en el Palacio Euskalduna. Coincidió además con un espectáculo de fuegos artificiales. El restaurante ya lo conocía, pero el lujazo de cenar en una terraza así es mareante. No hace falta que hable de la cocina vasca, ¿no?. Más aún si el restaurenta "de turno" tiene 1 estrella michelín


Por los problema de hoy en Barajas, hemos vuelto en coche. Nos han proporcionado el coche con chófer, etc... Son vascos, todo lo hacen a lo grande, todo perfecto.

Y así es, un viaje al País Vasco siempre sorprende. No es casualidad.

Lunes

No negro, tampoco oscuro, ni siquiera sombrío, pero sí desalentador.

La gracia del descanso la enjaula el sacrificio. Lo he vuelto a descubrir ayer lunes, en mi vuelta de vacaciones.

Parece que me esperaban con las escopetas cargadas. Y doy gracias al tiempo, que al menos nos guiña el ojo y nos enseña las enaguas. Si encima nos atormentase el calor...

El problema es que he "vacacionado" de forma maravillosa, con sobredosis de relax intravenoso incluida. Un poco de playa, bastante deporte, mucha charla, mucha lectura (Los Pilares de la Tierra casi acaban conmigo), muchos, muchos, muchos amigos... y alguna comprita compensatoria. Sumo la cuenta y me salen las tres manzanas de Cirsa alineadas que me devuelven mucha energía. Y toda positiva. Plasencia es el casino.

La prueba final es que me cuesta teclear, buen síntoma.

Ya estoy aquí, esa es la noticia

PD: Aquí va un vídeo (pinchar aquí) de alguien que no se consuela porque no quiere. Está hecho por la gente de Tiempo BBDO (como ya he n-repetido trabajo en el grupo BBDO, en la parte de consultoría. Tiempo BBDO es una agencia de publicidad del grupo). Están en un concurso (para el que por cierto les estamos ayudando) para Leroy Merlín y les ha tocado trabajar en verano.

La oficina de BBDO Consulting es igual que la de Tiempo BBDO, que sale en el vídeo. Estamos muy cerca.

Así son los creativos

Y ahora, más.

Nueva referencia a mi anterior blog... vaya. Ya comentaba allí el impacto de la realización sistemática de deporte en la vida diaria de una persona, las ventajas físicas y sobre todo psicológicas (en gran parte derivadas de la segregación de endorfinas, pero también por razones meramente sociales)

Llevo casi un año practicando deporte casi a diario, sobre todo carrera. Ya no lo puedo dejar. Espero.

Ahora, y dada mi nueva situación de "placentino de fin de semana" se me han abierto dos nuevas puertas.

La primera es que aprovechando que se ha creado (y está cerca de inaugurarse) un club deportivo en Plasencia nos hemos hecho socios. Como es común, cuenta con piscinas, pistas de pádel, tenis, balocesto, fútbol, gimansio, etc... Buena oportunidad para, principalmente, darle a los deportes de raqueta, que particularmente son los que más me gustan, los que más he practicado y donde mejor "me apaño". Concretamente llevo practicando tenis desde que tengo unos 12 años (de forma contínua sólo de los 12 a los 16).

La segunda son dos campeonatos de fútbol senior de Plasencia, futbol 11 y fútbol 7.
En el de fútbol 11 ya estoy metido de lleno, hemos jugado dos partidos (pretemporada) y me han servido para darme cuenta que, entre otras cosas, necesito entrenar más las carreras rápidas que el fondo (que es lo que hasta ahora estoy haciendo). Con lo que ya he empezado a entrenar series cortas con intensidad alta.

Total, que ahí estamos, ante un nuevo curso dispuesto a seguir y mejorar lo empezado. Nuevos deportes, nuevos retos, nueva gente... Ese es el círculo virtuoso de la práctica de deporte, el "ahora más"

Al hilo de los Juegos Olímpicos

Los juegos olímipicos cuentan con un halo de "buenrollismo" y de fair play que los hacen familiares, blanquecinos y aptos para todos los públicos.

En su corte competitiva hay un indicador comunmente aceptado para saber "quién gana": el medallero.

Pero en realidad, si lo que queremos es conocer quién es el país con mayor índice de desarrollo deportivo, no vale. Creo que habría que sofisticarlo un poco más para poder discriminar de verdad, ¿cómo vamos a pensar que China es mejor que España si consigue 6 veces más de medallas que España pero con una población 40 veces superior?.

Lo primero que podrían hacer es sacar el "ratio de medalla per cápita", vamos, dividir el número de medallas de cada país entre sus habitantes. Podría ser una primera medida de éxito deportivo real.

Incluso, se podrían ponderar los deportes, dado que no es lo mismo una medalla en 100 metros lisos que en una modalidad extraña de tiro olímpico. Tampoco pueden pesar igual las medallas de Islandia que las de Sudán en los juegos olímpicos de invierno.

Así, podríamos conocer al menos dos datos relevantes que me parecen interesantes:

- El país que mejor desarrolla su ámbito deportivo: podría valer para que los demás se fijaran en él como "mejor práctica". Ayudaría a un mejor desarrollo deportivo de todos, analizando las claves de éxito, etc...
- El país que más ha mejorado respecto a las anteriores olimpiadas. Con el mismo corolario que el punto anterior.

Conseguir ser el país con un mejor nivel deportivo real es un activo muuuuy aprovechable a muchos niveles, ¿no?

¿Quién paga la cuenta?

Acabo de volver de vacaciones (en la playa de El Palmar, ya contaré) y me encuentro con una grata sorpresa, ¡¡qué bien se vive con los políticos de vacaciones!!. Nadie nos irrita con sus preocupaciones partidistas y sus ingenierías de poder.

Sin embargo, la sombra del ciprés es alargada. Y la mano de nuestros burócratas, más. Resulta que según sentencia, el ayuntamiento de Vigo debe derribar la un edificio construido hace unos años donde viven 100 familias. Las indemnizaciones alcanzan lo 40MM de euros y claro... ayuntamiento a la quiebra. Estupenda gestión del espacio público.

La encerrona tiene difícil solución, pero quizás "la destrucción" no sea la mejor de ellas. Es probable que se pudieran encontrar soluciones imaginativas que sirvan de alternativa a los dos extremos: dejar lo que está mal hecho o caer en quiebra.

Derribar significa destruir de un plumazo el valor del edificio, valor que deberán reponer los bolsillos de los vigueses. Es como tirar una bolsa de dinero (40MM€) al fondo del mar.

Se me ocurre, por ejemplo, que el ayuntamiento podría reubicar a los propietarios en pisos vacíos de la ciudad, resolviendo así unos cuantos problemas. Para pagar la factura, en vez de destruir el edificio actual, el ayuntamiento se lo podría quedar para explotarlo (¿alquileres, ...?) con el compromiso de utlizar todo el rédito para el pago además de derribar una vez pagado, con ese vehículo, hasta el último euro.

El ayuntamiento (o sea, los ciudadanos) pagan, pero en vez de tirarlo, lo revierten en la ciudad, financiando todo con la explotación de lo que tienen, habiendo fijado unas claras reglas de juego que les lleven donde quieren llegar: quitar el edificio sin que nadie salga perjudicado.

La pega es que derribarían en unos años, pero mejor que la quiebra...

Entiendo la complejidad jurídica de todo esto, pero buscar alternativas es el camino para encontrarlas.

Es como lo que dice un amigo mío: la primera clave para ligar es querer ligar.